Tengo una boca aquí

Tengo una boca aquí, trae hambre. Que necesito de tu boca como se necesita el sustento tras el ayuno prolongado. Con ese ansia irrefrenable que convierte la espera en agonía.
Tengo una boca aquí. Trae hambre, como quien espera ser devorada con unas ganas que, de tan densas e incontenibles, supuran un deseo ciego que me infecta el ser.